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Pieles NO

sábado, 14 de mayo de 2011

Consejos de un empleado para que su jefe sea un buen jefe








- Nunca me de el trabajo por la mañana, hágalo después de las 4:00 de la tarde. Siempre es gratificante contar con el reto de trabajar bajo presión.
- Si es algo urgente, por favor interrúmpame cada 10 minutos para saber como voy. Eso sí ayuda. O mejor aún, espié sobre mi hombro señalándome cada vez que doy un dedazo en la computadora.
- Siempre salga de la oficina sin decirme a donde va. Eso me brinda la oportunidad de estimular mi creatividad cada vez que alguien pregunta por usted.
- Si me da más de una misión por cumplir, no me diga cual es la prioridad. Soy psíquico.
- Si mis manos están llenas de papeles, cajas, libros, etc. No me abra la puerta!. Necesito aprender a funcionar bien en caso de que quede parapléjico y abrir las puertas sin ayuda es un excelente entrenamiento.
- Haga hasta lo imposible por mantenerme en la oficina hasta tarde. Me encanta estar aqui y en realidad no tengo a donde ir ni nada mas que hacer que no sea mi trabajo. No tengo vida propia.
- Si mi desempeño le satisface, manténgalo en secreto. Si se sabe podría ser causante de un ascenso. Además, si no lo se, me seguiré esforzando para que así sea.
- Si no le satisface mi trabajo, hágaselo saber a todo el mundo, me encanta que mi nombre sea el mas mentado en las conversaciones. Pero no me lo diga a mí. Podría herir mis sentimientos.
- Si tiene instrucciones especiales para la realización de algún trabajo, no me las escriba. De hecho ni siquiera las mencione hasta que ya casi haya terminado el trabajo. ¿Qué necesidad hay de confundirme con información inútil?
- Nunca presente a la gente con la que esta. No tengo derecho a saber nada. En la cadena alimenticia de la empresa yo solo soy el "Plancton".
- Cuando usted haga una referencia a esas personas en el futuro, yo utilizare mis poderes psíquicos para saber de quien me habla.
- Sea agradable conmigo solamente cuando en el trabajo que estoy realizando este en juego su vida, o bien, si un mal resultado pudiera enviarlo directamente al infierno de los jefes.
- Dígame todos sus pequeños problemas. Nadie más los tiene y es bueno saber que alguien es menos afortunado que uno. En especial disfruto la historia en la que me explica la enorme cantidad de impuestos que tiene que pagar cada vez que le dan un mega bono por ser un gran jefe.
- Espere a que venga mi revisión anual de desempeño para entonces decirme cual debió haber sido mi objetivo principal.
- Califique mi desempeño como mediocre y déme un aumento basado en la inflación. De cualquier forma yo no estoy aquí por dinero.

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